En el siguiente artículo aprenderás cómo controlar tus emociones para tener mejores relaciones, influencia y éxito en todos los aspectos de tu vida.
Así pienses que no eres una persona emocional, todos los somos en cierto nivel. Después de todo somos humanos; y más que eso, somos animales. Pero, ¿Cómo controlar tus emociones?
Desde un punto de vista genético no somos muy diferentes que los chimpancés. Al igual que ellos, nuestros instintos, así como nuestras emociones, nos llevan a actuar de una forma u otra.
No obstante, a pesar de nuestra cercanía con otras especies, la evolución a nivel social que ha experimentado la raza humana no tiene precedentes.
Millones de personas conviven en un solo territorio, tiene creencias similares, intercambian conocimientos, experiencias y productos sin la necesidad de conocerse o confiar. Así lo afirma, Yuval Noah Harari en su libro «Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad».
Esto no sucede en un grupo de chimpancés. Simplemente no podrían convivir. Y eso principlamente es lo que nos diferencia. El control de las emociones.
Nuestra inteligencia nos permite entender la importancia del control de las emociones y es ahí donde nace el término «Inteligencia emocional»
Inteligencia emocional y cómo controlar tus emociones
Para poder entender cómo controlar tus emociones, es necesario entender más a fondo un concepto: Inteligencia emocional.
De acuerdo al portal Psichology Today, la inteligencia emocional se define como: «La capacidad de identificar y manejar las propias emociones, así como las emociones de los demás» .
Se dice que la inteligencia emocional incluye al menos tres habilidades:
- Conciencia emocional o la capacidad de identificar y nombrar las propias emociones.
- La capacidad de aprovechar esas emociones y aplicarlas a tareas como pensar y resolver problemas.
- La capacidad de manejar las emociones, que incluye tanto regular las propias emociones, como ayudar a otros a hacer lo mismo.
Actualmente la inteligencia emocional es un tema aplicado en diferentes áreas; desde los negocios hasta la crianza infantil.
¿Debes reprimir lo que sientes para aprender cómo controlar tus emociones?
Como mencionamos al principio todos somos emocionales. Sin embargo, algunas personas lo son más que otras y serlo no tiene nada de malo.
Ser una persona emocional y actuar con el corazón puede ser una gran cualidad.
Apoyarnos en nuestros sentimientos nos permite ser más conscientes de nosotros mismos y nos ayuda a conectarnos con los demás.
Pero si permitimos que nuestras emociones dicten cómo vivimos nuestras vidas, puede conducir a ansiedad, depresión e incluso tener un impacto negativo en nuestra salud y relaciones.
Por este motivo estamos en contra de reprimir nuestras emociones y por eso, este artículo propone controlarlas. De hecho, debes tener en cuenta lo siguiente: es imposible reprimir o eliminar tus emociones.
Es posible que seas de las personas que todo te afecta. El tráfico, un comentario negativo, un sueño y hasta el clima. Así mismo una sonrisa, un cumplido o un saludo, puede cambiar lo que sientes.
De esta forma cada día se convierte en una montaña rusa de emociones influenciada por todo lo que pasa a nuestro alrededor.
¿Por qué debes controlar tus emociones?
Aprender a controlar tus emociones no es una tarea fácil, pero vale la pena intentarlo. Sin embargo, ¿Por qué hacerlo?
Si no se controlan, los pensamientos y las emociones tienen el potencial de apoderarse de nuestras vidas.
Todo lo que hacemos parece estar controlado por lo que sentimos. Cuando estos sentimientos son desagradables, es fácil sentirse atrapado y abrumado.
Nuestras emociones tienen una gran influencia en nuestras decisiones. Si tomas malas decisiones en repetidas ocasiones, tu vida irá en dirección contraria a donde tú quieres llevarla.
Esto te llevará a tener grandes problemas con tu pareja, con tus amigos, con tu familia y también en tu trabajo.
Afortunadamente, tenemos de nuestro lado un gran beneficio: nuestra capacidad de elegir. Esta es la base para aprender cómo controlar tus decisiones.
Todos podemos elegir
Controlar tus emociones es una cuestión de elección. Debes decidir si quieres hacerlo o no.
No obstante, requiere de un poco de trabajo. Manejar tus emociones es como desarrollar una nueva habilidad o crear un hábito.
Cambiar la forma como usualmente hacemos algo no es fácil y mucho más si hablamos de emociones.
Mal o bien estamos luchando contra nuestros instintos. Si tienes rabia, quieres gritar. Si tienes miedo quieres correr.
Sin embargo, si eres conciente de estas reacciones tendrás la oportunidad de pensar y elegir qué hacer antes de actuar.
¿Qué sucede en nuestro cerebro?
El sistema límbico, es la parte emocional del cerebro. Es una de las partes más antiguas cuando se compara, con nuestra corteza prefrontal, que es la parte que controla nuestras funciones cognitivas o de pensamiento.
Esta parte, es más de seis mil millones de veces más activa que la corteza prefrontal.
Por este motivo, en muchas ocasiones nuestras emociones nublan nuestros pensamientos e influencian nuestras decisiones.
Por ejemplo, cuando no quisiste escuchar las explicaciones de tu pareja y le gritaste sin dejarlo hablar, te dejaste llevar por tus emociones.
Si te dejaste llevar por el deseo y engañaste a tu pareja, permitiste que tus emociones opacaran tus pensamientos y actuaste, incluso conociendo las consecuencias.
Estas situaciones no solo suceden en tu vida amorosa. Pueden suceder con tu familia, amigos y definitivamente en el mundo laboral.
Todos hemos dicho algo de lo cual nos arrepentimos y por este motivo queremos que prestes atención a las iguientes estregias para aprender cómo controlar tus emociones.
10 estrategias para aprender cómo controlar tus emociones.
Ignorar tus emociones o tratar de eliminarlas es un grave error si quieres controlar tus emociones. Si quieres hacerlo, debes enfocarte en lo siguiente:
1. Toma conciencia de tus emociones e identifícalas.
Si no eres consciente de los momentos en que tus emociones te controlan o reaccionas exageradamente, ¿cómo puedes tratar de controlarlas? Es imposible.
Comienza a controlar tus emociones al identificarlas. ¿Estás nervioso? ¿Te sientes decepcionado? ¿Estás triste?
Ten en cuenta que la ira a veces enmascara nuestras emociones, haciéndonos sentir vulnerables y transformándose en vergüenza.
Así que presta mucha atención a lo que realmente está sucediendo dentro de ti.
Cuando sientas que estás teniendo un episodio emocional, debes ser conciente, en primera instancia que es absolutamente normal, y en segundo lugar, que es el sistema límbico tomando el control.
«La conciencia es poder; nos da el control para elegir cómo respondemos».
Normalmente, no nos detenemos a pensar en nada y simplemente actuamos. Si leíste esto, seguro la próxima vez que te suceda lo recordarás e intenterás analizar qué está sucediendo. Ya verás la diferencia.
2. Evita situaciones en las que puedas perder el control de tus emociones.
Evita circunstancias que desencadenen emociones no deseadas. Si sabes que es más probable que te enojes cuando tienes prisa, no dejes las cosas para el último minuto.
Si pierdes el control cuando no encuentras algo que estás buscando, intenta dejar tus cosas todos los días en el mismo lugar. Claramente, otra persona pudo haber cambiado de lugar el objeto que buscas, pero al menos intenta que esas reacciones no sean producto de algo que pudiste evitar.
No permitas que una discusión con tu pareja se salga de control. Si sabes que los animos están muy agitados, dale tiempo a que se enfrien.
Nadie más que tú sabe qué dispara tu temperamento. Por lo cuál está en ti evitar estas situaciones.
3. Sintonízate con tus emociones.
Puede parecer simple, pero la primera y quizás la más importante habilidad de dominio emocional, es la voluntad de sintonizar con tus sentimientos.
Es posible que ni siquiera notes los momentos en los que seleccionas evitar o ignorar tus emociones, en lugar de sintonizarte con ellas.
Cuando alguien te pregunta ¿Cómo estás? nuestra reacción es responder «bien», incluso si no lo estamos.
Estos momentos, aparentemente simples, nos hacen crear un hábito de eclipsar y desconectar nuestras emociones. Sentirte mal no es pecado, así que no lo evites.
Si no estás bien y tu reacion es salir con tus amigos para evitar pensar, estás ignorando tus emociones. Tu cuerpo te está diciendo algo y tú no le estás poniendo cuidado.
Sintonizarte con tus emociones te permitirá conocerte más y por supuesto enfrentarlas.
Antes de ver más estrategias para aprender cómo controlar tus emociones, me gustaría pedirte un favor. Simplemente vota de 1 a 5 para saber qué tal te ha parecido este artículo hasta ahora. ¡Gracias!
4. Tómate el tiempo de pensar si quieres aprender cómo controlar tus emociones.
Al sintonizarte con tus emociones, detente y pregunta: ¿Cómo llegué aquí?
Busca los factores desencadenantes que pueden haber contribuido a esos sentimientos.
¿Te molestaste porque tu pareja llego tarde a la cita o porque no se dio cuenta que cambiaste algo en tu cabello?
¿Te molestaste con tu hijo porque se porto mal o porque saludó con más efusividad al papá que a ti?
¿Reaccionaste mal porque tu pareja no llamo en todo el día o porque sentiste que le estaba conqueteando a uno de tus amigos?
Puede que solo estés agotado después de un largo día, pero comprender de dónde surgen nuestras emociones es crucial para poder controlarlas.
5. Cambia tu foco de atención.
Si haz aplicado las anteriores estrategias ya estás en capacidad de empezar a contraatacar.
Durante aquellos momentos en los que tus emociones toman el control, tu atención se centra únicamente en ese momento. Sólo sientes la necesidad de liberar esa sensación.
Sin embargo, ya eres más consciente de tus emociones y sabes que el sistema límbico está haciendo de las suyas.
Adicionalmente ya pensaste porque te sientes cómo te sientes. El siguiente paso es: centra tu atención en algo diferente.
Si por ejemplo, un compañero/a de trabajo te hizo un comentario que te molestó o te hizo sentir mal, no te quedes pensando durante horas en eso.
Centra tu atención en algo que estés aprendiendo, en un hobby, en un libro…Haz algo que te permita continuar.
6. No permanezcas con personas muy emocionales.
Las emociones son altamente contagiosas. Si tu eres emocional y te dejas contagiar de los problemas existenciales de otra persona…. imagina la magnitud de tus emociones.
No quieres más drama en tu vida del que ya tienes, así que júntate con personas que te briden estabilidad emocional.
Si tienes una tendencia a salir con gente emocional, comienza a separarte de ellos. Y no, esto no significa que debas eliminarlos de tu vida. Solo distanciate un poco.
7. Mira las cosas desde el lado positivo.
Las emociones negativas tienen gran influencia en nosotros. En el momento en que dejas entrar un pensamiento negativo, es probable que hagas cosas que no son de tu beneficio.
Por ejemplo, algunas personas cuando están deprimidas, caen en el consumo de alcohol o las drogas.
Así mismo los pensamientos positivos tienen efectos particulares, que pueden ser muy poderosos. Así que trata de enfocarte en el lado positivo de la vida.
Incluso las cosas malas tienen cosas positivas. Para una persona perder su empleo puede ser la peor de las noticias. Esto a su vez puede crear problemas con su pareja debido a su depresión y pensamientos negativos.
Por el contrario, otra persona podría ver esto como la oportunidad de conseguir un trabajo mejor, o incluso de viajar o crear su propia empresa. Pensamientos positivos que impactarán otras áreas de su vida.
Enfócate en la gratitud en el momento presente para evocar sentimientos de felicidad y satisfacción.
8. Haz lo que amas.
Cuando estás inmerso en alguna actividad que te apasiona y realmente estás centrado en lo que estás haciendo; es difícil sentirse mal.
Hacer lo que amas te libera, te ayuda a tener pensamientos positivos y mantiene tu foco de atención lejos de tus emociones.
Hazlo, y hazlo tan a menudo como sea posible.
Serás más feliz y más capaz de hacer frente a los tropiesos de la vida.
9. Sonríe.
La sonrisa es un arma increíblemente poderosa.
Intenta esto: la próxima vez que te sientas triste, o al rojo vivo por la ira, sonríe.
¿Sabías que es fisiológicamente imposible tener malos sentimientos si estás sonriendo?
Suena tonto pero en serio, inténtalo. Realmente funciona.
Si te despiertas triste, estresado o enojado; sonríe en el espejo a primera hora de la mañana. Sólo quédate ahí y sonríe a ti mismo.
Hazlo aunque no quieras. Mantén esa sonrisa hasta que sea genuina.
Mantén esa sonrisa hasta que … ¿Sabes lo que pasará? ¡Vas a estallar de risa así no lo quieras!
10. Elige cómo reaccionar.
No podemos cambiar los hechos. Sin embargo, si podemos cambiar la forma cómo reaccionamos frente a ellos.
Confía en ti mismo y en el poder que tienes al tener la capacidad de decidir.
Si estabas conduciendo regreso a casa y otro conductor te cerró, es posible que te molestes. Es una emoción totalmente normal. Pero tú tienes el poder de decidir si lo alcanzas y liberas tu ira cerrándolo de nuevo; o si respiras profundo y continuas a casa.
Espero que esta información te sea de gran ayuda 🙂
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